¿POR QUÉ LE SUCEDEN COSAS MALAS AL PUEBLO DE DIOS?       

Parte 2
Por: Dr Donald T. Moore

Algunos afirman que el sufrimiento no es la voluntad de Dios.

Los partidarios del evangelio de la salud (y)de la prosperidad)(20) no creen que sea la voluntad de Dios para el hombre sufrir la enfermedad y/o accidentes; tampoco creen que el sufrimiento glorifique a Dios. Creen que Dios ha provisto sanidad por medio de los azotes y de la muerte de Cristo en la cruz.(21)  Hay que reclamar la sanidad a base de la cruz,(22) dicen, pues Dios ha dado una promesa absoluta de sanidad para nuestros cuerpos. Aunque la enfermedad nunca glorifica a Dios, la sanidad, sí, afirman. La maldición de la ley incluye tres enemigos principales que los creyentes ya no tienen que temer: la pobreza, la enfermedad y la muerte espiritual. Cristo conquistó a estos tres enemigos; además, ha clarificado de igual manera el sendero a la salud física y la prosperidad. Son derechos en Cristo accesibles exclusivamente por medio de la fe. La precondición para la sanidad es la fe.

¿Por qué, entonces, sufren los cristianos? “Puede ser por la falta de conocimiento de que la sanidad está incluida en la expiación de Cristo, o por la falta de fe, o por la falta del perdón hacia otros, o puede ser misteriosa. ¿Cuáles son los métodos para sanar? Son varios: reclamar el derecho de la sanidad, la imposición de las manos, la unción con aceite, la oración por dos o más que se pongan de acuerdo y el uso de los dones especiales de la sanidad.”

 Ya que la perfecta voluntad de Dios es que no nos enfermemos, según se afirma, para algunos proponentes de esta idea consultar al médico, normalmente, no está incluido en esa voluntad divina perfecta, pero no necesariamente envuelve el pecado. Si existe la duda, entonces uno puede consultarlo. Sin embargo, implícita en esa decisión está una falta de y madurez espiritual. Para otros, sí siempre es un pecado consultar al médico.

 Ya que la implicación es que los cristianos siempre deben tener buena salud, insinúan que los enfermos tienen la culpa de su enfermedad, aun cuando no hay una clara razón para responsabilizarlos de su dolor. Esta acusación intrínseca es seria, ya que sugerir a las víctimas confusas de que sus enfermedades son producto de sus propios fracasos intensifica su dolor, y ¡eso es precisamente lo que hicieron los amigos de Job!

Para el Islam el sufrimiento no es conocido por los hombres todavía, siendo éste siempre guardado como un misterio por Alá, que es absoluto, impersonal y trascendente.
 
En el Islam el sufrimiento no es realmente un problema importante para el ser humano a pesar de que es inevitable el dolor, pues todos sufren no sólo conforme a sus méritos, pero también porque Dios tiene un plan que desconocemos y no debemos cuestionar. Así que, se sufre misteriosamente. Se sufre sin saber el por qué, pues es Dios quien sabe y actúa en el ser humano y lo hace. Reitero que no es permitido cuestionar a Dios nunca por lo que Él hace en su absoluta voluntad y soberanía en la predestinación de toda su creación.(23) No obstante, en el Corán se revelan las aflicciones de los profetas como para enseñar a aquellos que se someten a Alá a sufrir con paciencia sin buscar la razón, porque es Dios quien está obrando, y Él no explica a nadie la razón. Cuando los profetas se sometieron a Dios y oraban clamando a Él, como en el caso de Job (Sura XXI:83-84; XXXVIII:41-44), Alá respondió para aliviarlos. Este es un tipo de sufrimiento educacional o didáctico para sus siervos hoy, pero la explicación principal sigue siendo lo misterioso. Además, el Islam niega la posibilidad de un sufrimiento vicario o sustitutivo aun de parte del Hijo de María, el único apóstol y profeta sin pecado – según ellos afirman en su manera de creer acerca del Señor Jesucristo, nuestro Salvador

Algunos niegan la realidad del sufrimiento.

 Existen varias sectas, religiones y escuelas filosóficas que niegan la realidad del dolor en la vida humana. O al ser humano le falta fe o se ha dejado engañar mentalmente. Típicamente, creen que con la correcta enseñanza, fe y un conocimiento apropiado se remedia todo lo malo que dice sentir y sufrir. Cabe señalar que tanto la “Ciencia Cristiana” como “Unity” y la "superfé" se nutren de la filosofía metafísica.

 El dolor y la Ciencia Cristiana.

 Todas las explicaciones de la experiencia del sufrimiento de Job reconocen la realidad del dolor. No así las enseñanzas de la falsa “Ciencia Cristiana,” la cual tiene como su punto cardinal la negación de la existencia real de la materia y lo malo. Esta negación abarca todo pecado, desarmonía, enfermedad y aun la muerte. Para la fundadora Mary Baker Eddy (1821-1910) de la Primera Iglesia de Cristo, Científico en Boston, Massachusetts, en su libro, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, (24) el dolor existe solamente en la mente del ser humano. Es una condición engañosa de la mente mortal que tiene que ser extirpada por medio de una reeducación doctrinal o metafísica que permita ver que lo malo, la enfermedad, el dolor y la muerte son sólo ilusiones.(25)

Los cinco sentidos engañan, mienten y defraudan al ser humano. Por lo tanto, estos son la única fuente de lo malo y del error. “El remedio para estas cuatro ilusiones, entonces, depende de la convicción racional de la inexistencia de ellas o el pensar positivo. Los prácticos o sanadores de la Ciencia Cristiana ayudan al hombre a encontrar la curación de la enfermedad, convenciéndole de que en realidad no está enfermo, de que el dolor es imaginario y de que su enfermedad es sólo el producto de una creencia falsa.” Por supuesto, menosprecian el uso de medicamentos y el conocimiento y las técnicas de la ciencia médica moderna pero aun ni la misma fundadora pudo rechazarlas del todo.(26)

Como principio fundamental la Ciencia Cristiana afirma cuatro proposiciones: “Dios es Todo-en-Todo, Dios es Bueno, Dios es Mente, Dios es Espíritu y al ser Todo, la materia nada es. La creencia en la enfermedad, el pecado, la maldad y la muerte significa la negación tanto de un Dios bueno y  omnipotente como de la Vida. La creencia en la Vida y en el Dios omnipotente y bueno significa la negación de la muerte, lo malo, el pecado y la enfermedad. Dios no los hizo; por lo tanto, no tienen existencia.”

 Además, la Ciencia Cristiana niega tanto la existencia y la personalidad de Satanás como también el perdón del pecado por un Dios personal. Para ella el propósito del ministerio de Jesús fue buscar y salvar a los que creían en la realidad de lo irreal (o sea, en el pecado, la enfermedad, la muerte y la materia). Vino, por lo tanto, para salvarnos de una creencia falsa, que a su vez era una ilusión dentro del tiempo y de la mortalidad.

 La solución del problema del sufrimiento para la Ciencia Cristiana es, pues, el poder de la mente y de la voluntad para descartar la creencia en la existencia de todo lo malo. Envuelve, por lo tanto, el poder de la mente sobre la materia, ¡la cual en realidad no existe!

El dolor y “Unity.”

El movimiento Unity School of Christianity (27) tuvo como sus fundadores a un matrimonio, Charles Fillmore (1854-1948) y su esposa Mary Caroline (Myrtle) Page Fillmore (1845-1931). Los dos fueron influenciados por las ideas de la Ciencia Cristiana hasta el punto de renunciar públicamente al espiritismo y otras prácticas ocultas. (27)

Compartieron con la Ciencia Cristiana la enseñanza de que cualquier cosa que desea el ser humano la puede tener si expresa su deseo a la Mente Universal en la forma correcta. También dependieron mucho de las enseñanzas del hindú Swami Vivekananda (28) de India. En el 1891 comenzaron a publicar una revista con el nombre de "Unity" y, eventualmente, el movimiento se quedó con ese nombre. La Palabra Diaria es su publicación más conocida en español y la de más circulación en inglés. Aunque  es su publicación más conocida en español y la de más circulación en inglés. Aunque sus publicaciones citan constantemente las Escrituras, la interpretación alegórica predomina. Además, no es su única autoridad de fe y práctica, ya que Fillmore insistía que la Biblia es solamente uno de muchos libros sagrados que merecen nuestro respeto.

  Aunque Unity concuerda con la Ciencia Cristiana en que la sanidad se logra a través de la mente, ya que el dolor, la enfermedad, la pobreza, la vejez y la muerte no tienen poder sobre nosotros debido a su inexistencia, difiere en otros puntos. En cuanto al pecado y la enfermedad es posible vencerlos, ya que la salud es el estado natural mientras la enfermedad no lo es. Hay que evitar todo lo que lastima al cuerpo, inclusive las emociones y los sentimientos tales como la contienda, el enojo, el odio y el egoísmo. No obstante, todo esto es un asunto personal, porque Unity no establece leyes sobre la salud, pues se concentra en las metas espirituales, consciente de que los hábitos saludables de la vida darán buenos resultados. El alimento y el uso de las facultades médicas dependen de la decisión y preferencia personal. Sin embargo, Unity hace sugerencias en relación con todo deseo humano y la enfermedad. Sugiere que se repitan ciertas afirmaciones o meditaciones que desarrollan la mente todopoderosa consiguiendo de la Mente Divina cualquier cosa que le hace falta a uno. De manera que al ajustar la mente a la divina, las enfermedades físicas y los otros problemas desaparecen, porque ellos y el fracaso surgen del desequilibrio mental.

 En cuanto a la muerte no es el fin de nosotros, afirman, porque todos somos hijos de Dios, llenos de la conciencia de Cristo, y a través de múltiples reencarnaciones evolucionamos siempre hacia estados más perfectos hasta que finalmente          llegamos a ser como Cristo. La esperanza, entonces, no tiene nada que ver con la resurrección del cuerpo.

Algunos creen en la explicación retributiva extrema de la reencarnación.

 Para los creyentes, en la reencarnación, un mundo que tenga un orden moral exige la idea de una vida anterior a ésta, pues es la única manera justa de explicar las inequidades existentes, la condición de incapacidad física de los impedidos y las otras pruebas que se sufren y se merecen a base de una vida anterior. O sea, su hipótesis afirma que nuestra suerte en este mundo es solamente el resultado, en estricta justicia, de lo que fuimos e hicimos en existencias anteriores. De otra manera existiría un Dios injusto o un universo inmoral. En cuanto al futuro los reencarnacionistas insisten en que un universo moral presupone una vida después de ésta, porque es esencial para que pueda haber suficientes oportunidades para perfeccionar el alma y para expiar lo malo del pasado. La doctrina del Karma y de las  reencarnaciones, por lo tanto, aclaran cómo el hombre puede escapar del ciclo eterno de las reencarnaciones por medio de sus obras, y como él puede deshacerse de las imperfecciones del pasado. Por lo tanto, la única solución al problema del dolor es tratar por medio de buenas obras de reencarnar en existencias siempre más nobles hasta que por fin y al cabo se logre escapar del ciclo de la vida, y se encuentre el olvido por medio de la unión con el gran principio del universo.

El hinduismo, el budismo (zen) y algunas ramas de la Nueva Era. (29)

Aunque el hinduismo y el budismo se parecen a la Ciencia Cristiana al negar la realidad de lo malo e insistir en que se trata de una ilusión, difieren especialmente en el concepto de la Ley del Karma a base de la cual interpretan la maldad y el sufrimiento como consecuencia directa de la retribución de las vidas pasadas en encarnaciones anteriores. Es una forma de expiar lo malo cometido en las vidas pasadas.

Para estas religiones o sectas lo malo es una parte innata de la condición humana. Su solución se logra únicamente por medio de la negación y la retirada de la vida cotidiana. Para lograr la victoria en el hinduismo la liberación de la esclavitud de la vida corporal es esencial. Esto permite un estado de cesación completa y absoluta de todo dolor. Se logra únicamente en la aniquilación del individuo cuando ya el hombre no reencarna más.

 Para Hare KRSNA (Krishna), una pequeña rama del hinduismo, el problema principal del hombre es la ignorancia, porque está engañado al creer que su cuerpo y el mundo son reales mientras que en realidad son ilusiones. Tú no eres tu cuerpo y tu cuerpo no eres tú. Por lo tanto, lo que sucede con el cuerpo no importa; lo que importa es tu alma y eso se salva cantando el nombre de Krishna. Comoquiera la mayor parte de los problemas de esta vida es el resultado del Karma malo que proviene de vidas anteriores

 Para el budismo en particular, el gran movimiento reformador del hinduismo del siglo VI a.C., toda existencia humana es mala, y esto necesariamente envuelve el sufrimiento. Subraya la insaciabilidad inherente del deseo y la consecuente miseria de toda individualidad y actividad. El anhelo vehemente o la sed para el placer, especialmente el deseo de seguir existiendo, constituye la causa del sufrimiento. Suprimir el deseo o el apego, por lo tanto, permite la aniquilación o eliminación del sufrimiento. El budismo, entonces, ofrece un escape psicológico de esta vida a Nirvana, por medio del autoconvencimiento de que hay escape del dolor, o por medio de trances hipnóticos autoinducidos. Por consiguiente, esta religión no propone la redención del hombre en este mundo, sino el escape o la retirada de él por medio de la meditación. La meta es la eliminación de los deseos y el apego a las cosas.

El Budismo Zen ("contemplación" o “meditación"), una rama atea y panteísta (paradójicamente) del mahayana budismo, comparte las Cuatro Verdades Nobles de todo el movimiento: (l) el dolor es universal; (2) la causa del dolor es el deseo; (3) el dolor se va cuando desaparece el deseo; y (4) el deseo se vence por medio del Camino Octuple. En el caso del budismo zen el octavo es el correcto; es la meditación recta o la contemplación, la que conduce al ser humano a un estado mental en el cual prevalece el equilibrio perfecto donde no existe ningún deseo, ansiedad o incertidumbre, y donde el hombre se fusiona con el universo; así deja la individualidad atrás. Se trata de la aniquilación de la persona como individuo.

 El espiritismo y el sufrimiento. En el espiritismo hay dos explicaciones básicas: el retributivo y la malicia de otros. El principio retributivo o punitivo tiene una relación directa con la creencia en la reencarnación y la Ley del Karma, por medio de la cual explican la disparidad entre los que vienen al mundo deformes o impedidos y los que gozan de cuerpos y mentes normales. Es la ley del Karma que impone la justicia a todo ser humano conforme a su mal comportamiento en existencias anteriores sin importar la familia en la cual nace. Por lo tanto, lo que el ser humano recibe, se merece o en esta vida o en la otra, ya sea, en una ya vivida o en una en el futuro. El sufrimiento, la angustia y el dolor son pruebas siempre merecidas.

 La otra explicación alterna es que el sufrimiento se debe a la malicia de otros, la cual puede resultar de deseos de venganza. Por eso algunos partidarios del espiritismo recurren a la magia negra y los trabajitos.

Algunos niegan la existencia del Dios bueno y soberano

 Los que niegan la existencia de un Dios bueno y soberano, y los que ponen toda su fe en la ciencia y la tecnología también tienen sus explicaciones relacionadas al dolor y al sufrimiento.

 El problema filosófico del mal. Epicuro de Samos, un pensador griego y fundador del epicureísmo, dio forma a su expresión clásica unos 300 años antes de Cristo: O Dios desea prevenir lo malo, pero no puede [en cuyo caso no es todopoderoso] o no tiene ni el poder ni el deseo para prevenirlo [en cuyo caso no es ni bueno ni todopoderoso] o tiene el poder para prevenirlo y quiere hacerlo [en cuyo caso no existe razón para la existencia de lo malo]. Al resumir dicho argumento, John Stuart Mill del Siglo XIX d.C., un pensador inglés, expresó los sentimientos de muchos al concluir que Dios no es bueno y todopoderoso, pues en dicho caso prevendría el dolor y lo malo.

De otro lado, el cristiano insiste que Dios es bueno (amor santo) y todopoderoso (el Soberano absoluto y el Origen y la Base de todo lo que existe).Estas dos premisas, junto con la de la indudable realidad del mal en el mundo, le dan al creyente victoria en la práctica mientras que la solución filosófica no le ayuda a vencer, sino le conduce a un sentido de futilidad.

 El ateísmo considera que su sufrimiento es una evidencia de la falta de sentido en la vida y la historia. Por lo tanto, en los momentos angustiosos de dolor lo único que le puede decir al adolorido es que él provee más evidencia para confirmar su argumento, que a la postre ofrece nada más que un vacío total. En su esfuerzo de vivir sin un vínculo o recurso espiritual al negar la existencia de la divinidad, el ateo crea un problema más grande que el problema del dolor, y es cómo su propia personalidad y racionalidad pudieron haber surgido en un mundo impersonal e irracional.(30)

 El cientificismo. El pensamiento que se ve en la ciencia y la tecnología sobre los medios de curar todo el mal y el sufrimiento hasta el punto de verlas como la última solución para todos los problemas del mundo se denomina cientificismo. Existen dos enfoques básicos: primero, antes de que el ser humano llegue al momento del dolor le da una palmada en la espalda y le consuela diciendo: "Algún día no muy lejano tendremos un remedio." Mientras tanto deja al hombre solo y solitario para aguantar la angustia interior de la conciencia, el alma y el espíritu. Segundo, en el mismo momento del dolor físico le da drogas o calmantes para adormecerlo, y así bloquear el estado consiente del dolor.

 En conclusión, es importante señalar que no todas las explicaciones para el dolor son aceptables para el cristiano. A la vez es indispensable que el hombre, el cristiano, aprenda a distinguir entre las que son aceptables y las inaceptables para la fe e interiorizarlas, porque puede significar la diferencia  entre encontrar el significado genuino del sufrimiento o un camino equivocado.□


                        En Cristo esta la Victoria.

 

20 Se le ha llamado también el movimiento de la "superfé." (Ver también "La sanidad del cuerpo y la salud en la Biblia," La Sana Doctrina II:4 (Mayo-junio, 1987) y "El cristiano y las señales" III:5, (agosto, 1988).
21Algunos líderes más prominentes de este “movimiento de la Palabra,” “de la Palabra de FE,” “de la fórmula de FE” y de los “Superfé” son Essek William Kenyon, Kenneth E. Hagin y su hijo Kenneth Jr., Kenneth y Gloria Copeland, Benny Hinn, Joyce Meyer, Joel Osteen, Fred Price, John Avanzini, Robert (Bob) Tilton, Paul Yonggi Cho (David Cho), Morris Cerullo y Paul Crouch y otros (ver los libros de The Health and Wealth Gospel por Bruce Barron y Christianity in Crisis 21st Century por Hank Hanegraaff). En América Latina los líderes principales son César Castellanos, Guilermo Maldonado, Cash Luna, Jonás González, Jr. y Adiel Barquero (ver www.Discernir.net y www.DefensaDeLaFe.org y www.youtube.com/user/DiscernirVideo En Puerto Rico sus representantes incluyen a Otoniel Font, hijo de Rodolfo Font, el Concilio de las Iglesias Fuente de Agua Viva, la metafísica y sus proponentes como Connie Méndez y Muñeca Geigel y más reciente a otros como José de Jesús del Ministerio Internacional de Creciendo en Gracia.
22Afirman que Isaías 53:4 demuestra con más claridad que la expiación de Cristo incluyó la sanidad del cuerpo y de que siempre es la voluntad de Dios sanar (comp. también Mt 8:17). Afirman que la enfermedad es del diablo y Jesús vino a destruir sus obras.
23 Véase Suras 9:51; 7:178-79; 36:7-10; 32:13.
24 Este libro escrito por la Sra. Eddy ocupa el lugar de preferencia sobre la Biblia en su iglesia y es el libro sagrado de máxima autoridad.
25 Sin embargo, la Sra. Eddy hizo ciertas concesiones, como en el caso de dolores persistentes y sancionó el uso de sedantes, pero sólo después de su problema con piedras renales. También aprobó la publicación de sus libros en "braille" para los ciegos, lo cual reconoció su ceguera. Además, ella murió después de un ataque de pulmonía en diciembre de 1910, una condición física real.

 26 Usaba espejuelos, dientes postizos y a veces la morfina para el dolor que no le fuera posible eliminar con la mente.
27 Phineas Parkhurst Quimby (1802-1866) se considera el padre de Unity, Ciencia Cristiana y "New Thought" (Nuevo Pensamiento) debido a sus teorías sobre el magnetismo animal o el mesmerismo que es parecido al hipnotismo de hoy y la sanidad mental que grandemente influyó a Mary Baker Eddy, Julius Dressner (1838-1893), Warren Felt Evans (1817-1889) y Charles Fillmore y esposa Myrtle.
28   Narendranath Datta Vivekananda (1863-1902) fue el fundador de la Sociedad Vedanta, la primera misión hindú organizada en los EE.UU.
29 Incluyen A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada (1896-1977), el fundador de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krsna (Krishna), teosofía, la Meditación Trascendental, Silva Mind Control, los seguidores de los gurus Rajneesh, Da Free John, Sri Chinmoy, todo tipo de meditación, varios tipos de yoga, interés en los artes marciales como el karate y muchos seminarios para incrementar la motivación en el trabajo y la vida. Se trata de satisfacer la necesidad de la paz psicológica a través de la práctica de algún tipo de meditación oriental, ya que tranquiliza la mente y suelta energía sanadora desde dentro o del interior del individuo.
30 Compara el caso de Juan Paul Sartre en su obra Sin Salida (No Exit) en la cual el mundo se presenta como un infierno de otra gente donde no hay ni oportunidad de escapar ni de comenzar de nuevo. Alberto Camus también ilustra esto en su propia vida poco antes de su muerte prematura al ver el desencanto de un mundo privado de valores y propósito. De igual modo el marxismo no ofrece ninguna esperanza viva con qué acompañar al cadáver de un ser querido al cementerio. B. W. Woods, Understanding Suffering (Grand Rapids: Baker Book House, 1974), 16-17.